Con la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo el 30 de diciembre de 2020 puso el freno a la doctrina del Derecho que criminaliza el aborto, fuertemente arraigado a dogmas cristianos. Cien años de lucha debieron pasar para pasar de la cárcel a la libertad. Que el proyecto fuera debatido dos veces con diferencia de dos años en el Congreso de la Nación, que haya obtenido dos veces la media sanción en la Cámara de Diputados y que fueran les 72 senadores nacionales por las provincias quienes debieran definir la sanción definitiva, es el resultado de un recorrido que puso en marcha el movimiento de mujeres desde el retorno de la democracia. Un camino que profundizaron los feminismos en diferentes espacios y que a partir de 2005 se articuló en un colectivo clave como es la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
La campaña es un espacio que reúne a más de 300 organizaciones a lo largo y ancho del país y este año, a 15 años de su conformación, presentó en abril pasado y por octava vez el proyecto de IVE. El lema “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir” que levantaron como bandera se hizo carne y en 2018, con el primer debate legislativo, explotó masivamente en las calles donde mujeres, jóvenes y adolescentes, trans e identidades no binares se plantaron en el reclamo al Estado para que se haga cargo de una práctica que existe y que se transforma no solo en problema de salud pública y acceso a los derechos sexuales y reproductivos (y no reproductivos) de las personas gestantes, sino en muertes evitables.
Así es que hasta el 30 de diciembre de 2020 en Argentina el aborto estuvo penado por ley en casi todas las circunstancias, con sólo un par de excepciones. Su regulación se establece en el Código Penal vigente desde 1921. Los procesos sociales posteriores introdujeron derechos individuales, cívicos, laborales e incluso ambientales de tercera generación. Mientras tanto, las mujeres siguieron desde entonces y durante cien años sin tener soberanía sobre sus propios cuerpos.
Las "pibas" pioneras
Entre ellas eran «las chicas». Hace 30 años atrás pusieron en marcha en la Argentina una lucha extraordinaria, valiente y poderosa.
Con las dificultades de recomponer la democracia las «pibas» fundadores del movimiento y constituyentes de la Comisión por el Aborto construyeron un capítulo inédito en la historia de la lucha feminista en el mundo.